
Era el típico jefe soberbio, enojón y amargado que a todos ofendía en público usando denigrantemente la palabra “Payaso”.
Pero de un día para otro, jamás usó esa palabra. Sufrió una parálisis facial que le provocó una forzada sonrisa.
Pero de un día para otro, jamás usó esa palabra. Sufrió una parálisis facial que le provocó una forzada sonrisa.