viernes, 7 de agosto de 2009

El gato y las llaves




- ¡Entrégame las llaves!- dijo Mabel, arrojando toda mi ropa por la ventana-y mis libros y discos.
-Perfecto- dije- aunque la casa es de ambos; la dejo yo. Pero antes, busco a mi gato y me lo llevo.
-¡Apúrate¡ Qué no tengo tiempo- añadió ella con altanería.
Me fui sin el animal, pero al otro día, me lo llevé, cuando retiré todos los muebles; porque por su soberbia, y por no haber encontrado al felino, escondido en mi bolsillo, guardé las llaves de Mabel.

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