domingo, 1 de febrero de 2009

¡Qué desgracia fue mi fortuna!


Una lástima que aquel avión se haya partido en dos. ¡Y tan cerca de mi hogar! Por eso hoy vivo en otro lugar.
Pero llevé conmigo un recuerdo de aquel día. La maleta que cayó en el patio trasero, yo sabía que nadie la reclamaría; aunque contenía
US $ 1.000.000.000.-

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