
¿Por qué los hombres se vuelven malvados? Preguntó un pequeño a un monje budista. Y aquel maestro tomando un canasto con manzanas, le dijo que botara varias de ellas, las podridas; porque o sino, iban a seguir contaminando a las demás. Y el niño obedeció y así lo hizo. Pero el monje, mirando hacia el horizonte le volvió a hablar diciendo que las recogiera, porque de aquellos frutos podridos, aún se podía sacar sus semillas para volverlas a sembrar. Además le dijo que nunca desechara nada sólo porque otro se lo dijera; porque hacer aquello, aunque en menor grado, también es maldad con los demás y con uno mismo por no comprobar y explorar todos los aspectos posibles. _Hay que sacarle todo lo malo a esta manzana; dijo al final. Mientras comía un trozo que no estaba podrido, y le invitaba otro pedazo al niño.