Pensó que por lo menos podía mirar desde aquella ventana al mundo. Así comenzó a ver el otro lado de cada asunto, sentado en aquella silla de ruedas. “Cuando se tiene todo y de alguna manera no se valora; siempre la vida nos quitará algo para entregarnos más”. Siguió pensando en paz, mientras escuchaba el dulce canto de un ave.